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ARTÍCULOS de la Plataforma Perú Libre de Transgénicos

Miembros de la Plataforma Perú Libre de Transgénicos

OPINIÓN DEL CENTRO IDEAS

al Borrador del Reglamento

Sectorial sobre Bioseguridad del MINAG

 

El Centro IDEAS es una organización sin fines de lucro que promueve la agricultura ecológica desde hace 25 años. Con esta experiencia quisieramos hacer algunos comentarios al borrador de reglamento sectorial sobre bioseguridad.

 

Consideramos inadecuado que se le nombre al INIA como Organo Sectorial competente OSC, pues habria un conflicto de intereses al ser al mismo tiempo un ente que tiene la intención de elaborar y gestionar registros de OVM, encima preside el Grupo Técnico Sectorial,

 

Tambien pensamos que el Grupo Técnico Sectorial excluye a sectores que serian los afectados - o beneficiados segun algunas versiones - de los OVM como los productores y los consumidores. Tambien se excluye a las organizaciones de la sociedad civil como las ONG ecologistas.

 

Tenemos gran preocupación por el plazo de 240 días que se da para todo el proceso de evaluación de riesgos, lo que demuestra que se esta subestimando el peligro potencial de los OVM. En España autorizaron un maiz transgénico el 2004 y recien el 2008 se ha comprobado el grave daño a la salud.

 

Creemos que no es conveniente que tengamos reglamentos parciales por parte del MiNAG, Ministerio de Salud y de Producción. Se debería definir una sola política y normatividad que articule esos tres ministerios, incorporando al Ministerio del Ambiente, que lo debería presidir.

 

Finalmente estamos preocupados que funcionarios del INIA que han actuado como promotores y apologistas de los transgénicos tengan ahora el rol de definir si un OVM es peligroso para la salud de los consumidores, del ambiente o de nuestra rica biodiversidad.

 

Fernando Alvarado de la Fuente

Presidente Centro IDEAS

 

Si existiera impedimento... hable ahora o calle para siempre

Silvia Wú Guin*

Fernando Alvarado de la Fuente**

1 setiembre 2008

 

Relacionando la tradicional presentación de las damas en sociedad, el 12 de octubre del 2007 el reconocido diario El Comercio de Lima informaba que 'Representantes de la transnacional de capitales estadounidenses Monsanto, líder mundial en la comercialización de productos transgénicos, se reunieron ayer con el mandatario Alan García en Palacio de Gobierno para informarle sobre los planes de la compañía de desarrollar un proyecto de semillas en el Perú.' De seguro la presentación daba a conocer la dote que recibiría un posible consorte si aceptaba a la dama.

 

Ya desde 2004 se anticipaba la intención de Monsanto de ingresar a Perú, cuando Doris Sánchez, por entonces congresista, presentó la propuesta de 'ley de promoción de biotecnología moderna', que en realidad, camuflaba el ingreso institucionalizado de la transnacional y sus transgénicos.  Así, desde la segunda mitad del 2004 hasta octubre del 2007, los seguidores de esta dama han recurrido a toda estrategia para lograr un consorte acorde con los intereses de la dama: desde la fallida ley, pasando por declaraciones amistosas, agresivas y sarcásticas, hasta invitaciones 100% pagadas a periodistas para visitar campos de cultivos OGM en Colombia y Estados Unidos. Y ha sido indudable, que tras más de tres años de intenso lobby, evidencien agotamiento de paciencia, pues, luego de la presentación formal de la dama en sociedad, transcurrieron 9 meses para anunciar un matrimonio nada menos que con el MINAG como consorte y el INIA como padrino.

 

Agotamiento de paciencia, o no, ciertamente las condiciones fueron inmejorables si recordamos que todo el ejecutivo tuvo facultades especiales para emitir las normas necesarias que permitieran un TLC con EEUU sin tropiezos.  Con esta atribución servida en bandeja, en junio 2008, el Ministerio de Agricultura, con el INIA a la cabeza, informaron con orgullo que se hallaban elaborando el reglamento sectorial de bioseguridad y que su promulgación se realizaría en breve plazo.

 

Los argumentos de los padrinos de la dama Monsanto

 

El repentino apuro fue mencionado por El Comercio, y, la explicación provino del seguidor más pro-Monsanto del país 'Para Alexander Grobman, experto en temas de biotecnología, esta empresa no podrá elaborar investigaciones de semillas transgénicas en nuestro país mientras no exista el marco legal para ello".

 

El Comercio añade 'Grobman consideró que una empresa como Monsanto, con unas espaldas financieras muy anchas, puede ubicarse en el país que lo considere apropiado. Ya está en Colombia, Brasil, Argentina, China, India, entre otros. Una compañía multinacional puede estar en todas partes y ahora ha elegido al Perú', terminó declarando Grobman, muy entusiasmado,  para el diario de mayor tiraje en el Perú.

 

Lo que -verdaderamente- debiéramos entender entrelíneas es que, si Monsanto "puede estar en todas partes y ha elegido Perú para establecerse', serán sus seguidores quienes harán lo imposible para que se constituya el marco legal adecuado. Por tanto, tampoco debe llamar la atención que tras la paciente labor de convencimiento de funcionarios y congresistas, Alexander Grobman, conocido negociante de semillas, actualmente se desempeñe como asesor del Ministro de Agricultura, en una posición inmejorable para influir en la política agraria de un país, a favor de un matrimonio con la dama Monsanto.  La labor de convencimiento de Grobman ha sido tan efectiva, que el MINAG actúa como novio embelesado, negándose a escuchar los antecedentes de la novia MONSANTO y de los desastres que ha suscitado en otros países.

 

Padrinos menos estratégicamente ubicados tienen a su cargo la labor mediática. Luis Destéfano por ejemplo, otorga entrevistas y se da tiempo para comentar nuestros artículos.  Uno de ellos, 'Tabaco y Transgénicos (con T de trampa)', mereció sus observaciones (ver carta y nuestra respuesta en el Boletin Compartiendo # 30 - 2008, del 20 julio).  Indudablemente, está en todo su derecho de emitir opinión, y nosotros a su vez de extrañarnos que, en lugar de identificar la similitud de falta de ética entre las compañías tabacaleras y las compañías agroquímicas (que era de lo que trataba el artículo), manifestara '... le diré que si yo fumo lechuga lo mas seguro es que también me produzca cáncer en el largo plazo.  Por que preguntara ud?  pues por los productos de combustión. El tabaco no produce cáncer por la nicotina sino por los productos de combustión (el alquitrán entre ellos). Por lo tanto su comparación no corresponde.' (sic)

 

Así como Luis Destéfano, otros conocidos científicos pro-transgénicos evaden sistemáticamente la alusión a la falta de honestidad ejercida por las transnacionales en general y las de insumos agrarios en particular; precisamente, en honor a que observamos esta sordera selectiva preparamos otro artículo "La 'etica' de los pro-transgénicos: una nueva rama de la filosofía (cinco estudios de caso)".

 

Queda claro, entonces, que no quieren perder tiempo en asuntos de ética, ante todo, ellos son 'científicos, expertos y como tales, tienen la razón'.  Por nuestro lado, haciendo esfuerzo por generar empatía y tratar de entender a estos iluminados de la ciencia, entre los que se suman Ernesto Bustamante y Ricardo Fujita, conozcamos los cuatro argumentos que últimamente vienen exponiendo en los medios...

 

Argumento 1

'Los alimentos transgénicos tienen equivalencia sustancial con cualquier otro alimento; la FAO indica ' La equivalencia sustancial en este sentido significa que las plantas modificadas genéticamente o los alimentos derivados de ellas son equivalentes a sus homólogos tradicionales y se pueden tratar de la misma manera que éstos con respecto a la inocuidad'.' (http://www.fao.org/ag/agn/agns/biotechnology_safety_equivalence_es.asp)

 

Son innumerables los estudios y evidencias que refutan esta afirmación; la lectura paciente y sistemática de éstos le llevará a la conclusión que los transgénicos, ni son equivalentes sustanciales con los alimentos tradicionales, ni mucho menos son inocuos.

 

Argumento 2

'No queremos imponer cultivos transgénicos, podemos co-existir; para ello existen barreras naturales y métodos de cultivo que impiden la contaminación genética'

 

Argumento 3

'Los cultivos transgénicos son lo más parecido a los orgánicos, usan menos agroquímicos y además tienen mayor productividad'

 

Si estos dos argumentos fueran ciertos ¿dónde quedarían las numerosas experiencias que verifican y confirman la contaminación genética de cultivos tradicionales cuando conviven con transgénicos? ¿dónde los juicios de Monsanto a los agricultores porque demanda el pago de regalías? ¿dónde, a su vez, los registros de las productividades decrecientes y del aumento paulatino del uso de agroquímicos porque los insectos y malezas se hacen resistentes?

 

Argumento 4

'Todos pueden opinar, pero las decisiones políticas deben estar en manos de los expertos'

 

De todos los argumentos, quizá sea éste el que pinta más de cuerpo entero a los científicos pro-Monsanto pues refleja el real tipo de consistencia entre su verbo y su praxis. Su inicial generosidad e interés por el bienestar de la humanidad se desdibuja con actitudes altaneras, excluyentes y dictadoras, intercaladas con insultos y frases destempladas cada vez que alguien osa contradecirles.

 

En el último momento del segundo debate en el programa Objetivos (radio San Borja, domingo 24 setiembre, 8am), Luis Destéfano reflexionó y sentó posición (asumimos que en nombre de todos los pro-transgénicos) 'Para terminar quiero decir lo siguiente, yo creo que este debate es muy importante, sin embargo, yo digo que, este debate debe ser al final, decidido por los expertos.  Y aquí quiero citar a un hombre de Estado, del siglo XVII, irlandés, Edmundo Burke, que decía que en una república, tu representante te debe, no sólo su inteligencia y su capacidad, sino también su capacidad de juzgar, su capacidad de juicio, pero él te va a traicionar si en lugar de usarlos, sacrifica todo eso y toma tu opinión.


'Entonces, la política, las formulaciones de políticas nacionales no se pueden llevar por un concurso de belleza de la opinión pública, cómo va el viento, cómo va la mayoría.  Un gobierno debe liderar y liderar significa muchas veces irse contra lo que es popular y tomar lo que realmente es útil para el país y esto es lo que yo espero en estos momentos de mis gobernantes.'

 

¿Realmente nos debemos quedar al margen? ¿Quién debe tener ingerencia sobre los recursos naturales como bien común? Siendo la alimentación un derecho primordial para todo ser humano ¿no debiera preocuparse para que sea sana, nutritiva y segura?

 

Antes de "callarse para siempre", se desata el debate megadiverso anti-transgénicos

 

Felizmente, y como debe ser, el debate en Perú sobre el ingreso de los transgénicos ha motivado la intervención de los líderes de opinión de los diversos sectores.  A continuación, recogemos algunos fragmentos de las opiniones.

 

Antonio Brack, ministro del ambiente, reconocido ecólogo, experto sobre el potencial de los recursos de nuestra biodiversidad; 'El futuro de la agricultura del Perú está en los alimentos orgánicos. Los cultivos transgénicos van a favorecer sólo a unos pocos.'

 

Gastón Acurio, chef de prestigio internacional y exitoso empresario; 'La agricultura transgénica no es conveniente para la economía del Perú porque la naturaleza del Perú es de gran biodiversidad que le permite convertirse en la gran marca de productos orgánicos en el mundo y los productos orgánicos tienen un valor agregado.'

 

Fernando Villarán, economista, experto en promoción y desarrollo de las micro y pequeñas empresas, creador del Centro de Planeamiento Estratégico-CEPLAN; 'Cada vez más personas aceptan que la principal fortaleza estratégica del Perú es su megadiversidad; no solo biológica, sino también geográfica, climática, cultural, racial... Poner en peligro estos logros, así como sus potencialidades, para darle gusto a unos cuantos importadores de semillas alteradas genéticamente es algo absurdo e irresponsable.'

 

Rafo León, comunicador, difusor convencido de nuestros paisajes; 'Algo me dice, doctor Grobmann, que quien no tiene vela en este entierro es usted.'

 

William Arteaga Donayre, coordinador general de Agro y Agroindustria de PromPerú; 'Nuestro país es tan rico y megabiodiverso que no necesitamos los transgénicos para el desarrollo de nuestra agricultura. Con el manejo del clima y de lo que tenemos, es suficiente.'

 

Asociación de Exportadores-ADEX; las noticias subrayaron que ADEX '...descartó cualquier interés por promover los cultivos transgénicos en nuestro país'; '...demandó un mayor apoyo del Estado a la agricultura orgánica'; '...reafirmó su apuesta por la agricultura orgánica y apoya suspender el ingreso de semillas transgénicas por el riesgo a la salud, ambiente y biodiversidad.'

 

Carmen Felipe-Morales, Susana Villarán, Isabel Álvarez, Roelfin Haak, María Isabel Remy, John Earls, Mario Tapia, Alfredo Stecher, Julio Díaz Palacios, Eduardo Zegarra, Zósimo Huaman, Nelson Manrique, Jaime Delgado, Mariano Valderrama, Fernando Eguren, Gonzalo Portocarrero, Alfredo García, ... , todas estas personalidades suscribieron la declaración pública 'Antes de que sea demasiado tarde, Moratoria de 5 años a la entrada de transgénicos'.

 

Convención Nacional del Agro Peruano-Conveagro (con sus 19 federaciones agrarias nacionales), RAE Perú, RAAA, ANPE Perú, CCE, que juntas representan a más de medio centenar de gremios de productores y asociaciones de promotores y consumidores, suscribieron otro comunicado público 'Transgénicos ¿Por qué tanta prisa?', también publicado en Perú.21 y La República

 

77% de ciudadanos respondió estar en desacuerdo con los transgénicos en la encuesta del diario La República, publicada el 24 de julio, con mas de mil votantes.

 

El ingreso de transgénicos al Perú, ya sea como cultivos o como insumos en productos transformados, afectará el futuro de los 28 millones de peruanas y peruanos, por ello, bienvenido un debate activo y participativo. La tecnología de los transgénicos suscita una reacción megadiversa y no debe quedar restringido a unos 'expertos' que desean ser empleados de Monsanto.

 

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* Directora Ejecutiva RAE Perú / silviawuguin@hotmail.com

** Presidente Centro IDEAS / bioferdi@hotmail.com


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TRANSGÉNICOS, ENTROPÍA Y SALUD

Por Máximo Kinast

Fuente: AttacPeru

La entropía es la medida del desorden. Es la segunda Ley de la Termodinámica que nos dice que en un sistema cerrado, el desorden siempre aumentará.

Dice, en buen romance, que si movemos las piezas de un rompecabezas dentro de su caja, se desordenarán y si seguimos agitando la caja por millones de años, lo mas posible es que sigan desordenadas, aunque existe una única posibilidad de que se ordenen.

Eso es la entropía. El desorden aumenta, por una razón estadística. Las posibilidades de desorden son mucho más numerosas que las posibilidades de orden.

Todos los científicos del mundo, con ayuda de Internet y de los mayores adelantos en computación e informática, son incapaces de predecir un número cualquiera entre 10.000. O sea, no son capaces de acertar el número premiado de la Lotería del próximo domingo. ¿Puede científicamente afirmarse que un gen extraño no es un peligro para la salud humana? Sabemos que las combinaciones posibles para un gen son del orden de millones.

Transgénico significa la introducción de un gen (la unidad más pequeña con información sobre las características de un ser vivo) de una especie en un ser de otra especie. Al parecer esto ha ocurrido desde siempre de forma natural y ha sido la causa de las mutaciones entre las especies.

Un gen de un insecto se puede incorporar en el ADN de un animal, pero es algo que en la naturaleza no ocurre con frecuencia. Cuando los seres humanos descubren la tecnología adecuada para modificar los códigos genéticos mediante la incorporación de un gen de una especie en seres de otra especie, el hecho fortuito que alguna vez acaecía en la Naturaleza se convierte en un acto de producción industrial.

Un gen de otra especie, que por la forma o razón que sea, se introduce en un ser humano genera sólo dos posibilidades (entre los millones de combinaciones): Una, que el organismo la rechace, la anule o mate al gen extraño y no pase nada. Otra, que el gen extraño logre incorporarse al ADN del ser humano. Esta segunda posibilidad genera a su vez tres situaciones:

a)      Que el gen incorporado al ADN humano sea inocuo y no afecte en nada al ser humano portador del intruso. Esta posibilidad es estadísticamente la más baja y por tanto la menos plausible.

b)      Que el gen incorporado al ADN humano sea positivo y que afecte de una manera útil al ser humano portador del intruso. Por ejemplo, que inmunice contra alguna enfermedad. Esta posibilidad implica reforzar el orden. Por tanto, esta posibilidad significa disminuir la entropía. Es algo bastante difícil, pero posible a expensas de aumentar la entropía en otro sistema, que puede ser un sistema propio del mismo ser humano portador del gen intruso, lo que nos lleva a la siguiente posibilidad.

c)      Que el gen incorporado al ADN humano sea negativo y que afecte de alguna manera peligrosa la salud, la vida o la estructura básica del ser humano. Incluso si se trata de un gen positivo, que ayuda contra alguna enfermedad, las posibilidades estadísticas de que dañe a otra parte o función del ser humano son enormes. Las posibilidades de desorden (y la enfermedad es un desorden en nuestro organismo) son millones de millones, en tanto que las posibilidades de orden son unos pocos miles.

Por lo tanto, es razonable concluir que la incorporación de un gen extraño, en especial de otra especie, como una mosca o una rata, en la cadena del ADN de un ser humano es –con muchas posibilidades- un acto contra su salud

Diviértase y acérquese al infinito. Para comprender mejor la idea de millones de millones de combinaciones haga un inocente juego de salón. Recorte o dibuje 60 cuadrados de 1 cm. Con ellos es posible formar sólo 12 figuras, con la condición de que los cuadrados adyacentes compartan un lado completo, como mínimo. (No vale colocar los cuadrados hasta la mitad de un lado y el resto juntarlo con otro cuadrado). Las doce figuras se llaman pentónimos.

Con ellas es posible formar uno de cuatro rectángulos: Uno de 10 x 6, u otro de 12 x 5, o de 15 x 4 o de 20 x 3 cuadrados. ¡Inténtelo! Pruebe con el rectángulo de 12 x 5. Hay unas seis millones de combinaciones que permiten formar el rectángulo. Es como armar un rompecabezas con seis millones de soluciones. ¡Ah, casi me olvido! Las posiciones erradas o equivocadas son muchos millones de millones, lo que hace casi imposible armar un rompecabezas de sólo doce piezas. Eso es entropía. Eso es lo que ocurre con el gen intruso. ¿Es necesario todavía un ejemplo concreto de daño a la salud?

EN EL FORO: “EL COSTE DE LOS TRANSGÉNICOS” APARECE EL SIGUIENTE COMENTARIO:

NotasenlaWeb o <http://recorta.com/13187b>

 Los grupos económicos dominantes no pueden ya silenciar la discusión sobre los alimentos transgénicos, entonces pretenden, a través de los medios masivos de comunicación que también les pertenecen o están comprometidos con ellos bajo una forzosa ‘obediencia debida’, encasillar el tema en la dicotomía de si son o no son perjudiciales para la salud humana”. Fuente: http://transgenicos.ecoportal.net

 

¿SON SEGUROS LOS TRANSGÉNICOS?

Enviado por Alfonso Cotera Fretel

Director Ejecutivo

Grupo Red de Economía Solidaria del Perú-GRESP

--- El mar, 9/9/08, Alai-AmLatina <alai-amlatina@alai.info escribió:

Por Carmelo Ruiz Marrero

ALAI AMLATINA, 09/092008, San José.- ¿A qué se debe la controversia en torno a los alimentos genéticamente modificados, también conocidos como transgénicos? ¿Son seguros para consumo o no? Quienes defienden los transgénicos argumentan que no hay evidencia científicamente válida de que hagan daño. ¿Existe tal evidencia o no? Esta pregunta tiene sólo dos respuestas posibles, y ninguna de las dos trae sosiego. O respondo que sí hay evidencia de daños o respondo que no la hay. Podría responder de inmediato que sí, pero para demostrar que es la pregunta incorrecta responderé de primera intención que no.

Si no existe tal evidencia, todavía el debate queda abierto, todavía no queda demostrado para nada que sean seguros. Después de todo, ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia.

Quien esté tranquilo y satisfecho con la aseveración de que no hay evidencia de daños está presumiendo que alguien en alguna parte está haciendo o ha hecho averiguaciones a respecto. Los defensores de los transgénicos señalan, con un aire de finalidad como para poner fin al debate, que la agencia estadounidense FDA, que vela por la inocuidad de medicamentos y alimentos, declaró que estos productos son sustancialmente equivalentes a sus contrapartes no transgénicos y que por lo tanto no presentan ningún riesgo novedoso al consumidor.

Pero la FDA no examina los alimentos transgénicos. Lo que hace es aceptar los datos que le someten las compañías que los hacen. Casi todos los estudios que someten son confidenciales. Si son tan seguros estos productos, ¿Por qué la confidencialidad?

“El consultar la FDA sobre la seguridad de alimentos transgénicos es un ejercicio puramente voluntario, en el que la agencia recibe resúmenes sin datos y conclusiones sin fundamento”, informa el investigador Jeffrey Smith en su excelente libro 'Genetic Roulette' (Ruleta Genética). “Si la compañía alega que sus alimentos son seguros, la FDA no tiene más preguntas. Por lo tanto, se aprueban para venta variedades transgénicas que nunca fueron alimentadas a animales en estudios de seguridad rigurosos y probablemente nunca a humanos tampoco.”

La FDA “depende casi totalmente de la notificación voluntaria de las compañías de biotecnología”, advierten los científicos húngaros Arpad Pusztai y Susan Bardocz. La FDA “sólo acepta las aseguranzas de las compañías de biotecnología de que su producto es seguro.”

Los defensores de los transgénicos nos dicen que son los productos más minuciosa y exhaustivamente examinados de toda la historia y hacen referencia a montañas de estudios y datos a este fin. Pero cuando uno excluye los estudios que son confidenciales entonces la pila se achica bastante. De la pila que queda, la mayor parte consiste de estudios que si bien son minuciosos fueron hechos para determinar variables agronómicas relacionadas a la productividad y rendimiento, datos que no tienen ninguna utilidad para determinar inocuidad. Una vez excluimos esos, la pila de estudios y datos se achica más aún.

De los estudios que tienen alguna relevancia a la salud humana, ¿Cuántos de estos son públicos y no confidenciales? ¿Cuantos han pasado por el proceso de revisión por los pares y sido publicados en la literatura científica? Como que la pila sigue achicándose. Y de éstos, ¿cuántos NO fueron financiados por la industria de biotecnología? ¿Quién puede creer que la fuente de financiamiento de una investigación científica no es de importancia? En un informe publicado en la revista Nutritional Health, I. F. Pryme y R. Lembcke observan que los estudios científicos sobre transgénicos que no son financiados por la industria tienden a encontrar problemas con serias implicaciones para la salud humana, mientras que los estudios financiados por la industria nunca encuentran ningún problema.

De cualquier modo, ¿Qué compañía ha encontrado algo malo con sus propios productos? ¿Cuántas décadas pasaron antes de que la industria tabaquera admitiera tímidamente que quizás podía existir alguna relación entre su producto y el cáncer?

Sepan ustedes que los estudios sobre transgénicos revisados por los pares y debidamente publicados que tengan alguna relevancia a la salud humana son apenas más de veinte. De estos, ¿Cuántos fueron realizados con sujetos humanos? Uno solamente. Es realmente preocupante que se hayan comercializado estos productos de manera masiva cuando la base de datos sobre su inocuidad es tan diminuta. Las pocas veces que datos confidenciales sobre alimentos transgénicos han salido a la luz pública éstos han resultado ser sumamente preocupantes.

El 22 de mayo de 2005 el periódico inglés The Independent reportó la existencia de un informe secreto de la compañía de biotecnología Monsanto sobre su maíz transgénico Mon 863. Según el informe, de 1,139 páginas, ratas alimentadas con este maíz por trece semanas tuvieron conteos anormalmente altos de células blancas y linfocitos en la sangre, los cuales aumentan en casos de cáncer, envenenamiento o infección; bajos números de reticulocitos (indicio de anemia); pérdida de peso en los riñones (lo cual indica problemas con la presión arterial); necrosis del hígado; niveles elevados de azúcar en la sangre (posiblemente diabetes); y otros síntomas adversos.

Portavoces de Monsanto aseguraron que la compañía haría público el informe, pero no lo hizo de buena gana, alegando "confidencialidad", y al principio sólo publicó un sumario de once páginas. No fue sino hasta que un tribunal alemán ordenó su divulgación unos meses después que el texto entero fue hecho público.

Es importante señalar que esta importante información es pública no por la buena fe de Monsanto sino porque algún buen empleado con acceso a documentos confidenciales de la compañía se tomó el riesgo de llevarla a la prensa. De no ser por este héroe anónimo, todavía hoy seríamos felizmente ignorantes sobre los efectos del Mon 863. Cabe preguntar entonces, ¿Habrá otros transgénicos nocivos que la industria de biotecnología nos está dando de comer a sabiendas de que son dañinos?


 ¿Qué más se puede esperar de una compañía como Monsanto? El excelente documental Le Monde Selon Monsanto (“El Mundo Según Monsanto”) de la cineasta francesa Marie Monique Robin, muestra cómo esta corporación ha pasado décadas negando responsabilidad por los horrendos daños a la salud ocasionados por el Agente Naranja, defoliante tóxico que ésta fabricó y que se utilizó extensamente en la guerra de Vietnam.

También se presenta en el filme el caso del pueblo de Anniston, en Alabama, EEUU, el cual sufrió por décadas de contaminación de sustancias tóxicas conocidas como PCB vertidas por Monsanto, contaminación que la compañía pretendió encubrir. En el curso de la batalla que la comunidad de Anniston dio en corte salió a luz un memorando interno de la compañía que decía “No nos podemos dar el lujo de perder un solo dólar de ganancia” (We can't afford to lose one dollar of business).

En vista de estos hechos, ¿Qué se puede esperar de esta compañía cuando nos asegura que sus transgénicos son seguros? Robin y yo no criticamos a Monsanto de manera arbitraria y gratuita. Es que la compañía tiene 90% del mercado mundial de cultivos transgénicos, por lo tanto es sólo justo que reciba 90% de nuestras críticas.

Otro caso preocupante que demuestra que la FDA no está haciendo nada en lo absoluto para asegurar la inocuidad de los transgénicos es el del guisante australiano. En 2005 un guisante transgénico experimental desarrollado en Australia por la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization provocó una fuerte reacción inmunológica en ratas de laboratorio.

Científicos de la escuela de investigación médica John Curtin en la ciudad de Canberra sometieron el guisante transgénico a una batería de pruebas de las que normalmente se hacen a medicamentos, no a alimentos. Las ratas que ingirieron el producto mostraron cambios significativos en sus sistemas inmunológicos y nódulos linfáticos. Esto es más que suficiente para prohibir su consumo.

Hay que enfatizar que las pruebas que realizaron los australianos no son requeridas por ley para alimentos transgénicos en Estados Unidos. Este producto hubiera entrado al mercado estadounidense si hubiera pasado por el sistema regulatorio de la FDA. Por lo tanto, no nos sorprenda que productos transgénicos igual o más nocivos que el guisante en cuestión pueden estar en el mercado ahora mismo.

Igual o más interesante que los resultados del experimento es el hecho de que los mismos científicos que desarrollaron el guisante y realizaron el experimento no entendían la importancia de lo que habían hecho. Las pruebas que habían realizado nunca antes se habían hecho con alimentos transgénicos y aún así ellos realmente estaban convencidos de que las pruebas que habían hecho eran la norma en el resto del mundo. Esto demuestra que los propios biotecnólogos -al menos la mayoría de ellos- están sumamente desinformados sobre su propio quehacer.

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BIOTECNOLOGIA TRANSGENICA

¿Qué paradigma de ciencia representa?

S. Barrio Healey

Mucha de la confusión que emerge alrededor del  tema de la Biotecnología se da en el contexto  de la necesidad de ciencia y desarrollo: nos cautiva la idea de disponer la última tecnología.  A la par, existe una sana y legítima  reticencia con las trabas al desarrollo científico, ya traemos las experiencias de Galileo y Giordano Bruno, dos grandes de la historia que fueron inculpados por saber demasiado. Sobre nuestra modernidad la ciencia se posiciona en un elevado status y todo intento de obstruir el conocimiento  se le califica como dogma, oscurantismo medieval y anti-progreso.

Existe el consenso unánime de que la ciencia trae desarrollo y prosperidad.  Históricamente el hombre ha sido confrontado con grandes desafíos, y siendo abatido por hambrunas y plagas que han amenazado su supervivencia, con el uso de la ciencia ha forjado soluciones. Grandes hombres como Pasteur, Fleming y Zhang Zhong Jin, fueron impulsados por una íntima necesidad de aliviar el dolor, y su compasión los condujo por un camino de sorprendentes hallazgos científicos. 

Los países desarrollados siempre han dedicado una porción de su riqueza a la investigación. La novedad es que el día de hoy son las corporaciones las que invierten en ciencia y tecnología, las corporaciones tienen mayor poder económico que los gobiernos y sus instituciones de investigación y las universidades.  Pero a diferencia de estas últimas, las corporaciones realizan investigaciones científicas puntualmente orientadas a mejorar sus ventas e ingresos económicos. No siempre las  motiva mejorar la calidad de vida del hombre, y su búsqueda no es necesariamente  impulsada  por  un estudio  objetivo de los principales problemas  que aquejan a la humanidad.

El término “biotecnología transgénica” nos hace pensar en los irrefrenables progresos de la ciencia y la modernidad, tecnologías en las que deberíamos instruirnos. Pero si somos más indagadores y agudos, veremos que detrás de la llamada “biotecnología transgénica” se esconde una creación artificiosa de las corporaciones, que  con audacia ha logrado entretejer un sistema de beneficio económico. Esto incluye:      

a.      Patentar semillas (algo audaz e inaudito que moralmente nadie imagino posible,  pero es ahora  una realidad)

b.      Asegurar una venta enlazada de semillas con sus respectivos herbicidas, procreando semillas genéticamente manipuladas para resistir las sustancias agroquímicas que ellos mismos expenden.

c.       Enjuiciar a los agricultores que accidentalmente absorban en sus campos de cultivo material genético patentado. ( sólo en EE.UU se han abierto más de 9000 juicios)

d.      Organizar  un sistema de dependencia que atrape a los agricultores y a las economías emergentes. Una práctica muy difundida es el incentivo de regalar semillas al agricultor para ir colonizando nuevas hectáreas de cultivo.

e.      Apoderarse de las cadenas de producción de alimentos, monopolizando el mercado de ventas de semillas.

f.         Confeccionar  semillas estériles, (lo que anualmente asegura  una nueva  venta).

g.      Debido al fenómeno de resistencia biológica, periódicamente se modifica el material genético, dejando obsoletas a las semillas previas. Por ejemplo, un año se vende el maíz BT813, al año siguiente el maíz BT830. Sus respectivos herbicidas también son renovados. Esto consolida la dependencia del  agricultor.

h.      Consolidar su posicionamiento en el mercado valiéndose de falsos e irresponsables argumentos. Se difunde un desvergonzado uso de sofismas, donde el rigor de la lógica y la razón se emplea para encubrir engaños. Tales como afirmar que los alimentos transgénicos son seguros e inocuos, que la humanidad padecerá de hambrunas por efecto de la sobrepoblación y la falta de alimentos, o que los transgénicos son una tecnología verde que reduce el uso de plaguicidas.

 

 

No se trata de ser obcecados e intransigentes, echando pestes contra la razón y la ciencia. Se trata de tener la lucidez suficiente para distinguir cuando  es que estamos frente a una legítima ciencia. Una ciencia honesta busca la verdad, exhibe coherencia en sus planteamientos, y buscando desarrollo social llega a una propuesta plena de armonía en todas sus partes. La llamada biotecnología transgénica es una práctica que si bien aplica el conocimiento científico, sigue el camino de la ciencia hasta llegar a la aniquilación de la ciencia misma. Una ciencia que se vuelve contra sí misma porque no llega a madurar una propuesta viable para las necesidades del planeta y del hombre.

Se ha dicho que la biotecnología transgénica, si bien se viene usando con alevosía, bien empleada podría ser  también una tecnología benefactora que nos ayude de múltiples maneras, como crear arroz dorado con extra beta caroteno, o arroz con ferritina y lisozima. Unánimemente nadie objeta una ciencia que traiga prosperidad al hombre. Si el oficio de las agroindustrias transgénicas fuera sembrar la felicidad, impedir la enfermedad en esta y otras vidas más allá,  no tendríamos por que objetar, y si hacen los estudios de seguridad correspondientes quizá tengan su lugar en un lejano futuro. El hecho es que la abrumadora mayoría de las hectáreas sembradas de transgénicos no están hechas para mejorar la calidad del alimento.

 El costo de producir una semilla transgénica oscila entre 10 y 100 millones de dólares y requiere entre 6 y 10 años de investigaciones. Es científico y filantrópico emplear la ciencia para buscar un arroz reforzado con beta caroteno. Si tanto les preocupa la salud, ¿por qué entonces no promueven el arroz integral, donde tenemos una significativa diferencia de nutrientes respecto al arroz blanco?

Pero seamos nuevamente científicos, en el Ande tenemos 2032 variedades diferentes  de camote, que es una fuente inigualable de carotenos, en Asia se tiene el Gou Qi zi, (Lycium barbarum) una  fruta muy popular consumida por todo el pueblo chino, es la única fruta que contiene el espectro completo de beta carotenos, y contiene una asombrosa concentración de antioxidantes. Si vamos a buscar beta carotenos con realismo tenemos que buscarlo en sus fuentes, donde lo encontramos en abundancia. ¿Qué lógica tiene sinuosamente forzar al arroz a producir algo que le es ajeno? ¿Si sembramos un campo de arroz, no será un poco rebuscado esperar cosechar zanahorias? Y aun si lo logramos será con un altísimo costo, pero en eficiencia de rendimiento nunca se podrá comparar con otras fuentes inocuas y baratas de beta carotenos. Para satisfacer las necesidades diarias de Vitamina A se requiere multiplicar por doce el consumo de arroz dorado, unos 3 kilos diarios, sin embargo los creadores de este arroz, fatigados después de cinco años de estudios, admiten que aún no saben cuánto del contenido vitamínico está disponible después de la cocción.

Nuevamente vemos que se trata de una tecnología que no busca ni llega a una solución al problema de falta de nutrientes. El encanto está en la posibilidad de patentar un grano de consumo masivo, y cuando miles de millones de comensales mastiquen al arroz, cada uno habrá abonado su cuota de regalías para los dueños de la patente. Syngenta, quien tiene la patente de este arroz tiene la exclusividad para comercializarlo en países industrializados, mientras que en los países no industrializados el hecho de ofrecer un aureolado arroz “humanitario”  les aceita el camino para internarse en un vasto mercado.

La realidad es que estas semillas reforzadas de nutrientes hasta ahora no se han obtenido y los intentos de producir arroz con ferritina y lisozima han sido desastrosos, con experimentos que además de ilegales, dejaron secuelas en los niños peruanos al punto que ahora se le han abierto un juicio a los responsables el estudio. Mientras esto sucede, leemos sus comunicados sobre el éxito de sus estudios y con entusiasmo anuncian la pronta llegada triunfal de su arroz pediátrico. El objetivo es lograr hacer leches de fórmula que puedan contener sustancias específicas y naturales de la leche materna, pero ésta es por múltiples razones, afectivas y nutricionales,  irremplazable, y lo que urge en el mundo es promover la lactancia materna y no las leches sucedáneas, o leches transgénicas.

No faltan los proyectos de investigación necesarios para el desarrollo del agro nacional, pero pecaríamos de ingenuos si nos sometemos  a este proyecto corporativo imaginando que nos enrumba hacia un moderno progreso tecnológico.

Naturalmente aspiramos crecimiento económico, siempre que sea un progreso  del que todo el país se beneficie y no sólo un manojo de empresarios, y  que no ponga en peligro la salud y el medio ambiente. La agricultura intensiva de agroquímicos es compatible con la agricultura orgánica, pero la agricultura transgénica es incompatible con la agricultura orgánica, porque la contamina de transgenes y le prohíbe la certificación orgánica. Siendo objetivos y realistas vemos que con la agricultura orgánica nunca en la historia se ha dado una mejor oportunidad para un auge de la agricultura, la economía nacional y el desarrollo de biotecnologías naturales. Veamos las cifras:

Exportación de productos orgánicos (incremento de ventas con respecto al año anterior)

Café 2008 (primer semestre), 93% de incremento  de ventas con respecto al año anterior

Alcachofa  2006,  67% de incremento  (72.8  Millones de $)

Palta    2006,  67% de incremento (38.8 millones de $)

                2007,  346% de incremento

Tomate 2007,  60% de incremento (2.8 millones de $)

Uvas frescas 2008 (1er semestre), 99.3% de incremento (42.64 millones $)

Camu camu  2007, 238% de incremento (5 millones de $)

Sacha Inchi  2007, 373% de incremento (422,599 de $)

Las leyes de interdependencia  que rigen la naturaleza nos dicen que lo que es bueno para la riqueza económica del país, lo es también para el medio ambiente, y por lo tanto lo es también para la salud. La verdad siempre es congruente en sus partes y es profundamente científica.

 

BOLETÍN DE LA RAAA

                                                                 
 
 
 
 
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en Agricultura Alternativa           
N° 36 - 22 de agosto 2008


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 Nuevo informe: los transgénicos incrementan el uso de pesticidas y no ayudan a combatir el hambre ni la pobreza

Madrid, Bruselas (Bélgica), Kuala Lumpur (Malasia), Lagos (Nigeria)

Los cultivos modificados genéticamente (OMG o transgénicos) han provocado un incremento masivo en el uso de pesticidas y están fracasando a la hora de incrementar los rendimientos agrícolas o afrontar los problemas de hambre y pobreza en el mundo, ‹según un nuevo informe de Amigos de la Tierra publicado hoy [1]. El informe coincide con el lanzamiento anual de los datos de la industria de los transgénicos sobre el cultivo de OMG a nivel mundial. [2]

David Sánchez, responsable de agricultura de Amigos de la Tierra afirmó: “Los cultivos transgénicos han fracasado al no aportar los grandes beneficios prometidos. En su lugar, nos encontramos que el incremento en el uso de pesticidas provocado por estos cultivos suponen una amenaza para el medio ambiente y la población a escala global.”

El coordinador de la campaña de transgénicos de Amigos de la Tierra Internacional en Nigeria, Nnimmo Bassey aseguró: “La industria de los OMG nos dice a los africanos que necesitamos cultivos transgénicos para afrontar las necesidades alimenticias de nuestra población. Pero la mayoría de los cultivos transgénicos se utilizan para alimentación animal en los países ricos, para la producción de agrocombustibles y ni tan siquiera son más productivos que los cultivos convencionales.”

Helen Holder, coordinadora de la campaña de transgénicos en Amigos de la Tierra Europa añadió: “Ahora está más claro que nunca que la Unión Europea hace bien en abordar los cultivos transgénicos con precaución. Los OMG no son la solución a los urgentes problemas ambientales y desafíos económicos a los que se enfrentan los agricultores europeos y de los países empobrecidos. Cada vez hay más evidencias de que en todo el mundo los métodos agrícolas más sostenibles proporcionan soluciones reales, al tiempo que desarrollan las economías locales y crean empleo en el medio rural.”

El informe de Amigos de la Tierra Internacional “¿Quién se beneficia con los cultivos transgénicos?” del 2008 muestra que:

1. La introducción de los cultivos transgénicos ha provocado un aumento significativo en el uso de pesticidas.
Estudios del Gobierno de EE.UU. muestran un uso 15 veces superior del herbicida RoundUp (glifosato) entre 1994 y 2005 y otro del Gobierno de Brasil, un aumento de casi un 80% entre 2000 y 2004. Esto tiene como resultado un número cada vez mayor de hierbas adventicias (o malas hierbas) resistentes al glifosato en todo el mundo, lo que provoca un incremento en los costes de producción de los campesinos y graves impactos ambientales.

2. Los cultivos transgénicos no solucionan los problemas de hambre o pobreza
La gran mayoría de los cultivos transgénicos comercializados hasta la fecha se destinan a alimentación animal para la producción de carne en los países ricos, y no para alimentar a la población empobrecida. Los cultivos transgénicos, como parte del modelo agrícola intensivo, contribuyen a la pérdida del medio de vida de los pequeños campesinos y no alivian los problemas de pobreza.

Las multinacionales reclaman que el algodón transgénico ha supuesto un gran impulso para los rendimientos del algodón, contribuyendo a aliviar la pobreza entre los campesinos. Sin embargo, estos incrementos en el rendimiento se deben a las condiciones climáticas favorables, la introducción de regadío y la compra de semillas mejoradas que no están modificadas genéticamente. Además, en bastantes países, los campesinos que pagaron el coste adicional de las semillas transgénicas terminaron gastando el mismo dinero en insecticidas químicos que los campesinos que habían plantado algodón convencional.

3. En general, los cultivos transgénicos no tienen mayores rendimientos que otros cultivos
Incluso el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) reconoce que ninguno de los transgénicos actualmente en el mercado ha sido modificado para incrementar los rendimientos. El principal cultivo transgénico a nivel mundial, la soja resistente a herbicidas de Monsanto, no produce mayores rendimientos, y hay estudios que afirman que producen entre un 5 y un 10% menos que las variedades convencionales.

4. Los transgénicos siguen fracasando en Europa
Menos del 2% de la superficie total de maíz cultivada en la UE está modificado genéticamente y cinco países han prohibido ya este maíz de Monsanto por las cada vez mayores evidencias sobre su impacto ambiental. Francia, el país con un mayor aumento de superficie cultivada con maíz transgénico en 2007 acaba de prohibir su cultivo. Esto deja a España prácticamente sola en su apuesta por un cultivo transgénico que otros países europeos rechazan por sus peligros para el medio ambiente.

Una revisión sobre el sector biotecnológico europeo demostró que los cultivos transgénicos no están ofreciendo los resultados esperados. Por el contrario, los métodos agrícolas sostenibles, como la agricultura ecológica, están creando empleo en el medio rural y potenciando la economía agraria, además de aportar innegables beneficios ambientales.
13 de febrero de 2008

Para consultar informe completo en: http://www.foeeurope.org/GMOs/Who_Benefits/FULL_REPORT_FINAL_FEB08.pdf
››››› Fuente:  Amigos de la Tierra ( http://www.tierra.org/spip/)


DE INTERES

 III Encuentro Andino Amazónico de Derecho Forestal Ambiental

"BOSQUES Y BIODIVERSIDAD"
Lugar:
Iquitos, Perú
Fecha:
2-4 de Septiembre del 2008
››››› Más información: encuentroforestal2008@gmail.com     http://www.derechoforestal.org

 Programa de Capacitación practica en agricultura orgánica Perú - EEUU

Detalles de la convocatoria se encuentran en la siguiente página web:

http://www.lamolina.edu.pe/pintercambio/

La fecha límite de postulación es el 30 de Septiembre del 2008
››››› Más información: Programa de Hortalizas - Facultad de Agronomía - Universidad Nacional Agraria La Molina           e-mail:
mesa@lamolina.edu.pe

 Seminario Acuicultura y Piscicultura Andino Amazónica
Organiza: Colegio de Biólogos del Perú, Consejo Regional XIV Apurimac, Cusco y Madre de Dios

Fecha: 2 al 4 de octubre del 2008
››››› Más información: Colegio de Biólogos del Perú, Consejo Regional XIV: Calle Unión G2-10; Urb. Ttio. Telf. 253709, colbiopcusco@yahoo.es; www.cbpcusco.org Dirección Regional de Producción: Blgo. César Mora Sancho Telf. 984679601

UNSAAC. Gabinete de Ecología. Facultad de Ciencias Biológicas, Pabellón 3° Piso. Blgo. Esther Álvarez Moscoso. Telf. 984729895

 I Curso Teórico - Práctico de Esparrago y Alchofa de exportación
››››› Más información: Telf. 5812261 -5812469  e-mail: informes@irvg.org   fsoto@irvg.org  www.irvg.org

  Curso "Normativa para la certificación del Procesamiento en la Producción Orgánica"
Fecha: 10 y 11 de setiembre
Lugar: ICAES, San Isidro de Coronado, San José, Costa Rica

Contenido:
-  Introducción al procesamiento de alimentos.
-  Introducción a la normativa orgánica
-  Las normas orgánicas para la certificación de proceso: aspectos generales
-  Ingredientes, aditivos y ayudas de proceso
-  Agentes limpiadores y procedimientos de limpieza
-  Sistema de Registros
-  Manejo de plagas
-  Elaborando un Plan de Manejo
-  Flujogramas de procesos
››››› Más información: mvargas@eco-logica.com Tel. (506) 2-297-6676 | Fax. (506) 2-235-1638
Cristina Vargas Jiménez cvargas@eco-logica.com Tel. (506) 2-235-4592 | Fax. (506) 2-235-1638

  Curso  Certificación de Productos Ecológicos, Normativa Internacional y nacional de producción vegetal, animal, apícola, acuícola, procesamiento y comercialización de productos orgánicos

Fecha: 10 al 12 de Setiembre del 2008
Organiza: BIO LATINA

››››› Más información: BIO LATINA S.A.C. Oficina Central Av. Arenales # 670, Lima, Perú.
Telfs. **51-1-4316720 / 4232924 /4247773 e-mail: blperu@biolatina.com.pe  Cursos REDCAPA
periodo setiembre - diciembre de 2008
››››› Más información: http://www.redcapa.org.br/portugues/cursos/cursos2_2008.htm

 Programa de Especialización superior en cambio climático y mecanismos de desarrollo limpio

Existen 15 becas de colegiatura concursables para funcionarios del Estado.

Solicitudes de Admisión: Hasta el 29 de agosto, 2008
Inscripciones (Matriculación): Hasta el 05 de septiembre, 2008
Inicio de clases: Septiembre de 2008
››››› Más información: Universidad Andina Simón Bolívar Calle San Salvador Nº 1351, entre Estados Unidos y G. Lanza, Miraflores Teléfonos: 2112230-2112231-2229604, Fax 2229322
Correo electrónico:
icarrasco@uasblp.edu.bo


 Cursos del Colegio de Ingenieros del Perú

25 de agosto: Conferencia Control Biológico de cultivos de agroexportación

Expositor: Ing. Luis Valdivieso Jara, Dr. Antonietta Gutierrez.

Hora: 6 pm a 9 pm

Lugar: Auditorio C , Calle Guillermo Marconi 210 San Isidro
--- Ingreso Libre
››››› Más información: Telf. 4215766 ( 2 a 9 pm) e-mail:
agronomos@ciplima.org.pe

 Foro Público "Acción Ciudadana frente al Cambio Climático

Lugar: Gran Hotel Bolivar (Jr. de la Unión 958 Plaza San Martín)

Fecha: 4 de setiembre

Hora: 4 pm

Ingreso Libre

BOLETINES Y REVISTAS

BLOG PLATAFORMA PERÚ PAÍS LIBRE DE TRANSGÉNICOS
››››› http://noticiaspplt.blogia.com/2008/081103-multinacionales-semillas-de-la-infamia.php

ORGANIC AGRICULTURE
›››››
http://www.fao.org/organicag/

THE ORGANIC CENTER
›››››
https://www.organic-center.org/

IFOAM
››››› http://www.ifoam.org/

LEISA Revista de Agroecología
›››››
 
http://latinoamerica.leisa.info/

MAPO: Movimiento Argentino para la Producción Órganica
›››››
http://www.mapo.org.ar/

Fundación Agrecol Andes
›››››  
http://www.agrecolandes.org/publicaciones/boletin-electronico/2006-a06/no-0042-resumen.htm

Redesma: Red de desarollo sostenible y medio ambiente
›››››
http://www.redesma.org/boletin/bol_2006/

RedePapa: Red Electrónica de la Papa
›››››
http://www.redepapa.org/boletincientocincuentaocho.html

Instituto de Investigaciones para la Agricultura Orgánica
›››››
http://www.fibl.org/espanol/index.php

Movimiento Agroecológico Latinoamericano (MAELA)
›››››
http://www.maela-lac.org/home.htm

Centro  Latinoamericano de Desarrollo Sustentable (CLADES)
›››››
http://www.clades.cl/doctorado.htm

INFOANDINA
›››››
http://www.infoandina.org/

AttacPerú
›››››http://attacperu.blogia.com

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COMO EVITAR EL CONSUMO DE TRANSGÉNICOS

Por Dr. Roberto Ugaz
Enviado por RAAA

Varios amigos me han preguntado como evitar el consumo de transgenicos. Aqui algunas ideas, tomadas de Internet en su mayoria:
  • Los principales cultivos manipulados geneticamente son soya, algodon, colza forrajera (canola) y maiz. Otros cultivos modificados son zapallito italiano en los EEUU, papaya de Hawaii y algo de tabaco. La papa y el tomate transgenico fueron sacados del mercado.
  • Recuerda que en el Peru se importa casi toda la soya (con la que se hace leche y carne de soya, tofu, sillao) y la mitad del maiz que comen los pollos.
  • Aqui, como en todos lados, la mayor parte de los ingredientes transgenicos se encuentran en productos procesados. La industria usa bacterias y hongos geneticamente modificados para producir enzimas, vitaminas, aditivos de los alimentos, saborizantes y agentes de procesamiento que se usan en miles de productos que sacamos de los anaqueles de los supermercados. El aspartame, rey de los alimentos light, se puede fabricar con bacterias modificadas (aunque, claro, en el producto final no se encuentra ADN modificado).
  • Si alguna vez compras margarina hecha en EEUU y el envase no dice claramente que no contiene sustancias geneticamente modificadas, entonces lo mas probable es que las tenga (porque generalmente estan hechas con aceites de algodon, maiz, soya o colza). Aun si dicen estar hechas con aceite de oliva o de girasol (que normalmente no son transgenicos), asegurate que no tengan de los otros aceites.
  • Habria que evitar miel de abejas que venga de EEUU, Argentina, Brasil o Canada, los principales sembradores de transgenicos, ya que las abejas podrian haber tomado polen y nectar de esos campos.
  • En EEUU los lacteos pueden provenir de vacas inyectadas con la hormona recombinante de crecimiento bovino (rbGH) y la mayor parte de la carne y lacteos viene de animales alimentados con forraje manipulado geneticamente. Con el aumento de la superficie con maiz transgenico en Espana, hay que estar atento con los productos que vienen de ese pais.
  • Ese polvo blanco, sucedaneo de la leche, que alguna gente usa para el cafe con leche o que te dan en los aviones, es casi con seguridad hecho con transgenicos.
  • Parece que cerca del 70% de los quesos fabricados en EEUU son hechos con cuajo producido bajo manipulacion genetica. 
  • Introducir cultivos transgenicos en el Peru equivale en este momento a agregarle unas gotas al megamillonario imperio de Monsanto, que controla cerca del 70% del mercado.
A estas alturas es casi imposible evitar los transgenicos, sobre todo si se consume mucho alimento procesado y chatarra, y por supuesto es de fascistas negarle al consumidor el derecho a que se etiquete claramente todos los productos que contengan o hayan sido producidos con transgenicos.

Toma en cuenta que hay diferencia entre comerse una barra de chocolate con un ingrediente transgenico y darle a tu hijo en el desayuno una papilla hecha con aceite de soya transgenico o un cereal que es casi puro maiz transgenico.

Pero principalmente, trata de aumentar el consumo de alimentos organicos (porque la certificacion o el sistema de garantia prohiben el uso de sustancias geneticamente modificadas, entre muchos otros requisitos de calidad en el proceso productivo), asi como los productos provenientes de la pequena agricultura, la campesina.

Buena suerte.

LA PARADOJA DE LA SOJA EN ARGENTINA

Eduardo Montoya Tapia

RAE Perú

En la actualidad Argentina es el tercer país productor de soja en el mundo, con 47,000 millones de toneladas producidas en 2007 y los correspondientes ingresos de 13,500 millones de dólares (grano y procesada), que equivalen a la cuarta parte del valor total de sus exportaciones totales. 

De los 19,1 millones de hectáreas sembradas, 16 corresponden  a soja transgénica (a su vez, dicha representa el 50 % de la superficie agrícola total) y, mientras sigue aumentando la superficie cultivada con dicho cultivo, los que alguna vez fueron cultivos principales (arroz, maíz, trigo), vienen siendo desplazados año a año, consolidándose como el principal cultivo nacional.

Inexplicablemente, aún con esas cifras espectaculares, sucede algo sorprendente: la pobreza y el hambre han aumentado dramáticamente en el país que fuera considerado como uno de los “graneros del mundo”.  Según el censo nacional de 2002, la mortalidad infantil era de 18.4 %; el 20 % de los chicos sufrían de desnutrición y 50 % de los bebés presentaban anemia.  Además, la pobreza afectaba a 55 % de la población y el 26 % llegaba a la indigencia.  El problema en el campo alcanzó un punto dramático hace unos meses, cuando los productores pusieron en una difícil situación al gobierno, con los paros y protestas.

Ciertamente, como toda gran crisis socioeconómica tiene diferentes aspectos, pero es innegable que el sector agrícola tiene un papel importante en la misma, y la producción de soja es una de sus aristas más filudas. 

Este es el breve recuento de del milagro sojero argentino, con bendecidos y desdichados, y el mejor ejemplo de los efectos que puede tener una “tecnología infalible” cuando es tomada sin medir las consecuencias.

En la década de 1970 se empieza a difundir el cultivo de soja (para entonces, apenas representaba el 1 % entre las oleaginosas cultivadas), debido a su potencial para procesamiento industrial.  En esos años se introdujo, también, el herbicida Roundup (glifosato), de Monsanto, al que no se le veía mayor utilización que eliminar malezas en los cercos. 

En la zona pampeana, la soja se difunde rápidamente y en combinación con el trigo, van sustituyendo a otros tipos de producción, gracias al paquete tecnológico, que se adecuaba perfectamente a las excelentes condiciones de las pampas argentinas.  Sin embargo, la explotación constante llevó a un evidente empobrecimiento y erosión del suelo, que según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, para la década de 1980 afectaba a 5 millones de hectáreas.  Con el fin de contrarrestar la situación, se aplicó el sistema de siembra directa, y el Roundup se convirtió en la solución perfecta, pues se adecuaba perfectamente a dicho sistema y reducía los costos.

En 1996, Argentina decide dar el polémico paso de permitir el cultivo de soja transgénica (soja Roundup Ready, de Monsanto), cuando no llevaba ni un año de ser autorizada como cultivo en los Estados Unidos.  El entonces presidente argentino, Carlos Menem y su secretario de Agricultura, Felipe Solá, sin mediar debates ni consultas académicas, autorizaron su ingreso.  Previamente se había creado la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), entidad que reúne a representantes del sector público y privado involucrados en la biotecnología agropecuaria, y que hace las evaluaciones y seguimientos.  Hasta 2005, la CONABIA llevaba autorizados 495 eventos transgénicos.

La introducción de la soja presentaba un inconveniente: la Ley de Semillas argentina (1973) no permite la patente sobre organismos vivos, por lo que la soja transgénica no podía ser registrada o reconocida.  La Ley también permite el uso de semillas obtenidas por los propios agricultores, la llamada “bolsa blanca”, con lo cual podían utilizar o intercambiar las semillas que ellos mismos cosechaban.  Con todo, Monsanto decide proceder con la liberación de  sus semillas, que se comercializaron con el sistema de licencias, mientras iniciaba los trámites de registro, para poder cobrar las regalías. 

Sin embargo, se le niega a Monsanto la petición de registro de patente (2001), pero la soja argentina da un salto sin precedentes.  Entre 1991 y 2005, el área de soja sembrada casi se triplicó, de 5 a 14 millones de hectáreas, y fue la salvadora en la crisis económica argentina de 2001.

Entre 1996 y 2002, la soja desplaza a otros cultivos y explotaciones.  Su superficie cultivada se incrementa en 74.5 % y los demás disminuyen considerablemente: arroz (- 44 %), maíz (-26 %), girasol (-34 %), trigo (-3 %).  La alta rentabilidad del cultivo lleva a los productores a cambiar sus producciones y año tras año el área agrícola sojera va aumentando.

La adopción de la soja transgénica supone también un problema para los pequeños agricultores, que recurren al endeudamiento para poder acceder a la nueva tecnología y, al tener que adquirir el  paquete tecnológico a la misma empresa (soja-herbicida), se ven limitados y dependientes en sus actividades.  Poco a poco van desapareciendo los pequeños  productores (el censo agropecuario de 2002 muestra la disminución de unidades agrícolas (esto es productores) en -24 % y el incremento de la superficie media de las mismas, que de 421 Ha pasa a 538 Ha.

La situación se vuelve un problema para Monsanto, ya que, según ella, del total de semillas comercializadas (o sea, con su tecnología), menos del 20 % pagaba las regalías respectivas, lo cual era un gran perjuicio.  Anuncia que suspendería sus actividades en Argentina, y comenzó deteniendo el otorgamiento de licencias a distribuidores, tratando de presionar al gobierno.  Además, amenazó con trabar embargos a los embarques de soja argentina que se realizaran a Europa.

Con el fin de resolver el problema, el Gobierno argentino decide implementar un sistema de cobros para compensar a la compañía (el ‘Fondo de compensación tecnológica’), que recibe el rechazo de las asociaciones de productores y no llega al Congreso.

Resulta interesante leer las declaraciones del entonces secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos, Miguel Campos: “La extorsión pasa por plantear que si no acepto la pretensión de Monsanto estoy contra la biotecnología. A las innovaciones tecnológicas en semillas hay que pagarlas, pero dentro de un sistema legal e institucional. […]  Monsanto no vino a hacer beneficencia a la Argentina. Reconocemos la importancia de su inversión, pero también obtuvo beneficios. Cobró y cobra regalías por las ventas de las semillas con su gen RR sin tener la patente reconocida en el país y facturó unos 175 millones de dólares en glifosato. […] 

Argentina asumió el riesgo de producir transgénicos cuando eran cuestionados en los principales mercados del mundo y acompañó a Estados Unidos en su presentación ante la OMC (Organización Mundial del Comercio) contra la Unión Europea por la moratoria a los transgénicos”. “Eso no beneficia a los semilleros argentinos sino a Monsanto y a las empresas estadounidenses.”

Desde 2006, Monsanto procedió a cumplir su amenaza, entablando juicios a diferentes embarques llegados a Dinamarca, Holanda y España, donde quería cobrar 18 a 20 dólares por tonelada de soja (inclusive procesada), pero los fallos le resultaron adversos.

Por otra parte, en el campo, el nuevo Gobierno quiso aumentar el cobro de retenciones a los productos agrícolas, generando el rechazo masivo del sector (desde luego, constituido en su mayoría por productores de soja).  Los productores iniciaron una serie de paros y protestas, llegando a impedir el abasteciendo de alimentos a las ciudades, sin que ninguna de las partes decidiera ceder.  Finalmente, en el Congreso, en una votación histórica, el vicepresidente Julio Cobos impidió que la propuesta de ley sea aprobada.

Mientras tanto, más áreas son incorporadas a la producción de soja transgénica, se autorizó la siembra de maíz RR, otros cultivos transgénicos (algodón, girasol) van camino a consolidarse, el uso del glifosato se multiplica (en Argentina se aplica 3.2 más veces que en Estados Unidos, y se utiliza 1.5 más cantidad de la recomendada), el hambre y la pobreza aumentan, así como la producción de soja, que está convirtiendo a Argentina en un desierto verde.