LOS TRANSGÉNICOS YA ESTÁN EN TU PLATO SIN TU PERMISO
Fuente: www.aspec.org.pe/documentos/transgenicos/negocio_de_dimensiones.pdf
Detrás de los transgénicos hay un negocio de dimensiones colosales que, sin ninguna prudencia, pone en riesgo nuestra salud, nuestra megadiversidad y la seguridad alimentaria de los más pobres.
MAC Cecilia Mendiola Vargas
Coordinadora de la Iniciativa de Bioseguridad y derechos del consumidor-ASPEC
Socióloga y especialista en educación ambiental.
cmendiolavargas@gmail.com
www.aspec.org.pe
Si comer carne vegetal o leche de soya te resulta una dieta alternativa, o si tu bebé come a diario una mazamorrita de maicena, podrían estar consumiendo productos genéticamente modificados. ¿Cómo diferenciarlos? No hay forma porque, en este tema, aún no hemos logrado que se respete nuestro derecho a saber, a elegir y a una alimentación segura.
Pero ¿qué son los transgénicos?
Son aquellos organismos vivos, (papa, maíz, fréjol de soya, algodón) que han sido modificados en sus genes. Las técnicas de ingeniería genética aíslan segmentos del ADN (el material genético) de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el material hereditario de otro. Es decir, se incorpora un gen de un organismo a otro y pasa a formar parte de éste.
Los alimentos transgénicos pueden llegar a nuestra mesa en dos formas: frescos, como tomates, papas, hortalizas, leche, fréjoles; o procesados, como el aceite, la carne o leche de soya, la maicena, etc.
Los riesgos por la presencia de transgénicos en un territorio pueden ser de tres tipos:
1. Riesgos a la salud. Aquí hay una gran discusión. Un grupo de científicos afirma haber probado que existen riesgos como alergias, problemas gastrointestinales, resistencia a antibióticos y mutaciones(1), y que es necesario pedir una moratoria a su liberación comercial.
Otro grupo, está en la posición contraria, afirmando que los transgénicos mejoran el valor nutricional y el procesamiento de los alimentos tanto como su sabor y su capacidad de mantenerlos frescos por largos periodos (verduras).
El PNUMA y la FAO habían advertido hasta el año 2004 que los cultivos transgéncios podían ser peligrosos para la biodiversidad y la salud humana pero, a partir del 2004 la FAO, muestra una posición pro transgénicos, pero insistiendo en la necesidad de evaluar los posibles riesgos que la biotecnología, en general, y la manipulación genética, en particular, pueden provocar en el ambiente, al tiempo que subraya la obligación de comprobar la inocuidad de estos alimentos para la salud humana.
2. Riesgos en el Ambiente. La mayor preocupación está en aquellos alimentos que contienen un gene bacteriano que permite que las plantas generen sus propios pesticidas, es decir, una sustancia tóxica que mata, por ejemplo, las larvas de la mariposa y pollilla que ataca al maíz. Pero también mata a otros insectos y polinizadores que son de importancia estratégica para la producción de alimentos.
Hoy sabemos que las abejas están muriendo en la China, Bélgica, la India y algunos estados de Estados Unidos. La desaparición de estos vectores pone en evidencia el valor del trabajo de las abejas y otros polinizadores. Se calcula que el servicio de polinización de estos insectos ahorra a los agricultores y a las industrias agrarias miles de millones de dólares, que tendrían que invertir en mano de obra para polinizar, flor a flor, cada planta o generar una tecnología que resuelva el problema.
3. La generación de superhierbas. Cuando un cultivo transgénico (canola o trigo, por ejemplo) al que se le ha introducido un gene para tener resistencia a herbicidas, y crece cerca de otras hierbas (o malas hierbas como solemos llamarlas) hay un traslado de genes a través de los insectos o el viento... Y esto hace que ambas especies, la cultivada y la mala hierba, se vuelven resistentes y, éstas últimas proliferen convirtiéndose en verdaderas plagas difíciles de controlar.
4. La biodiversidad se reduce y se erosiona. Aquí hay coincidencia entre la FAO, el PNUMA, la ONU y los propios promotores de los transgénicos. Se debe ser cauto. Los países megadiversos tienen que tener un “arnés” con normas y sistemas vigilancia y bioseguridad, serios y manejados de manera responsable.
Así concluyó también el último proceso de negociación Intergubernamental sobre ciencia y Tecnología (IAASTD) de las Naciones Unidas (ONU) que acordó en este año: “establecer mecanismos estrictos de seguridad, moratorias y hasta prohibiciones a la liberación de cultivos transgénicos en países considerados centros de origen y diversificación de cultivos”, como en el caso de Perú.
Sin embargo, a pesar del cambio de actitud de la FAO, en el mismo documento reconoce la urgencia de contar con protocolos de seguridad para los transgénicos, y subraya la necesidad de evaluar los posibles peligros de esta tecnología tanto en el ambiente como en la salud humana, insistiendo en la obligación de comprobar la inocuidad de los alimentos manipulados genéticamente.
El Perú, país con una diversidad impresionante no sólo en la Amazonia sino en la costa y el los Andes, debería enfocar la investigación y la biotecnología en el estudio, evaluación y puesta en valor de nuestros recursos genéticos.
Los pueblos originarios conocen las propiedades y usos de 4 500 plantas para 49 fines distintos, y manejan diversidad de recursos genéticos, como en Pisac, Cusco, donde existen en un pequeño espacio 942 variedades de papas conservadas celosamente por las comunidades locales.
Algunos de estos productos ya han salido afuera, han sido patentados y han creado fortunas sin que se reconozca el trabajo de las comunidades que los descubrieron y domesticaron a lo largo de 10 000 años.
El curare del cual se obtiene la tubocurarina que sigue siendo utilizado para operaciones a corazón abierto; el árbol de la quina; el caucho; el veneno de algunas ranas tropicales como potentes controladores del dolor en reemplazo de la morfina; la ayahuasca, que fue patentada hace poco.
Ejemplos como estos abundan en cada una de las once ecorregiones del Perú. Se requiere una política de Estado que promueva la investigación pero también permita que estos recursos queden como una póliza de seguro para el futuro y en manos públicas y no privadas.
5. Los aspectos éticos: el riesgo de patentar los genes de especies que son el sustento de la alimentación mundial es una amenaza real y presente. Nos traslada a la discusión de las cuestiones más fundamentales que tienen que ver con la privatización de la vida misma y del conocimiento. Preguntas cómo ¿los alimentos son bienes públicos o privados? Los genes se patentan, ¿hasta qué punto?
La tecnología ha dejado de ser algo abstracto y lejano para convertirse en algo que ya está en nuestra casa, en nuestros platos y que golpea nuestros principios.
La tecnología está afectando nuestra vida y por ende urge construir una participación ciudadana responsable como la única forma de que la política tecnológica sea compatible con la democracia
Frente a este escenario, la gran mayoría de los países del mundo han decidido construir un nuevo acuerdo social, basado en un enfoque ambiental, un principio precautorio y una visión ética de la tecnología y de la vida: por eso el Perú ha firmado y ratificado el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad y aprobado la Ley de Prevención de Riesgos Derivados del uso de la Biotecnología (Nº 27104).
El propio nombre de la norma, indica que hay riesgos y que en el siglo XXI no es ético exponer a la especie humana, su descendencia y a la biodiversidad que nos sustenta a la pertinaz insolencia de despreciar la precaución en aras de una nueva revolución que, como ya hemos visto en el pasado, no resolvió el hambre y más bien creó grandes imperios económicos como el de los insecticidas, los pesticidas y fertilizantes químicos.
El hambre del mundo se resuelve con una mejor distribución, equidad y con acuerdos sociales en el marco de una ética ambiental.
Debemos seguir avanzando perfeccionando los sistemas de vigilancia y seguridad para evitar los riesgos para nuestra descendencia y para la biodiversidad que es el mayor tesoro que nos han podido revelar las antiguas generaciones...
(1) Datos proporcionados por el Dr.Jaime A. Yánez Consultor Científico de ASPEC y toxicólogo de la Universidad de Idazo jaimeayanez@gmail.com
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